lunes, 30 de noviembre de 2009
A tí...que eres vida.
Solo quién evoca a la esperanza
se aferra impune al desafio...
Tuya es la magía,
vencerás,
la lucha ya la tienes dominada.
Alalba
martes, 24 de noviembre de 2009
...Se nos queda
No quiero reflejarme en los ojos del mañana
mirar impávida al hoy , tal cual es
vivir al dia , adicta a tu fragancia
sentir las ansias caprichosas de vez en vez.
El camino impasible, está por descubrir
perceptible la distancia que rezumas
decadente que me induce hasta a tí,
elevandome al antojo que me alumbra.
Tu palpito de pasión desbordada
que enlaza cada broche nuestro cuerpo
etéreo a mis manos te me escapas.
Sentirte no será un dia quimeras
descubriras mi reflejo ante tí,
nuestro sueño en nosotros...Se nos queda.
Alalba
jueves, 19 de noviembre de 2009
El...Ella...
El...Ella...En piel.
Un translúcido tul los separa
dejan entrever siluetas impalpables
impulsivo el frenesí que los atrapa
miradas confesas revelan lo impúdico:
A él...Penetra por su iris la cabellera negra
posada en la desnudez de sus hombros.
Ella...Lanza su mirada esmeralda lasciva
dejando abierta la pasión de su carnosa boca
invitando a la lluvia de besos
a sensuales intercambios de fluidos.
El...Serpentea sus ojos ante el contorno de su piel
dos puntiagudos pezones enarbolan un perfil casi perfecto
muerde la comisura del deseo
piensa evadirse en su cintura.
Ella...Sin contacto excita la impaciencia
moja sus ganas, exhala un suspiro.
El...succionaria el circulo umbilical,
sus manos líberas inventan el tacto pasivo
recorriendo su espalda apremia en sus nalgas
surcaria los senderos de sus salados muslos.
Ella...quiere abrazarlo a dueto con brazos y piernas
dejar que arremeta contra ella
en cascada derramara toda su fuerza.
El ímpetu hace que tul translúcido se rasgue...
el encanto muere...el sueño se desvanece.
El deseo fue desmesurado, la distancia aún lo fue mas.
Alalba
lunes, 16 de noviembre de 2009
Mis manos...
jueves, 5 de noviembre de 2009
Latidos...
Respiro un musitar de sentimientos,
afecto veraz que asiduo percebera.
Quizás alzé mis alas con prémura,
incoherente matiz que lamento,
anudo retales que me ofrece tu alma,
bien sé, que tu acaricias mis latidos...
Jamás debí consumir la libertad,
ante la necedad de volar,
reconozco sútil, el brio que carece.
Eras y serás el confin de mis sueños,
quiero ser pertinaz en tu futuro,
cederme la ambage de tu amarre.
Tú, mi señero sendero,
yo, esa piedra que descansa en tu camino.
Plácidamente, dama de tu corazón, por siempre.
Alalba
Suscribirse a:
Entradas (Atom)