jueves, 29 de octubre de 2009
Ella...
Ella en la cobardía del olvido
insiste en acallar su impulso.
Rendida quiebra su bandera blanca,
guarecida en la retórica que la identifica.
Desandará lo acaecido, no zaherirá
se dedicará al anonimato,
perecedero el último vínculo,
remembrará su desinencia.
Urgará en su corazón aniquilado,
cicatrizarán las heridas de melancolía
hallará consuelo que la abogue,
lacrado quedará el capitulo que la corcome.
Seducida por sabanas de nostalgia, evocará:
No hubo un solo Alba que su pulso no acelerara,
en sus ojos, pristina luz, reflejara etérea su imagen
y sus labios candentes atrayeran silente su nombre.
Aquel día...Último
intuyo que era cuestión de tiempo.
En aquel beso...Concluyente
Percibió la lontanza lacerada.
Ella...Ya no se engaña,
ahora solo ama lo que fué.
Alalba
lunes, 26 de octubre de 2009
Hazlo...
Vísteme de luz inherente al tacto
Ojéame, abocame con la mirada
Rózame con el halo de tu aliento
Piérdeme en la armonia de tus sentidos
Aspírame, hazme navegar profundo
Encállame en tu delirio
Déjame espandirme en sensaciones
Bésame, siente el hervor de mi comisura
Percíbeme en el devaneo de tu antojo
Viérteme, sigue lascivas la pausas
Cálcame tu huella eventual
...Inventame, soy tu quimera.
Alalba
jueves, 22 de octubre de 2009
Tan solo...
Sigues siendo esquivo ante el desidio
de abrir tus estimulos,
ese néctar que se necesita suscitar
y tu pareces que reabsorbes , trago a trago.
Inaccesible siempre tu pensamiento,
inane escalar por tu mesura,
tu mismidad integra enaltece lenidad.
Enfatizas mi prémura,
deseosa de acontecimientos inusitados
de perseverar en la rebelión de derrotas,
escueto aniquilas mi acecho.
Tan solo...
Quise cobijarme en ti, me desarmastes con tus armas
y ahora en la palabra recuerdo, no hallo lo que ansio.
Alalba
jueves, 15 de octubre de 2009
Por Uzir Brenera...
Miserable es la evocación que somete al juicio
al rememorar los instantes de un afecto febríl.
No hay desazón posible si la dicha fue pura.
Si es entrañable el recuerdo; siempre será eterno.
Ocaso tras ocaso, alba tras alba,
imperturbable, incorruptible, imperecedero,
se alojará, quebradizo, en el refugio de un sístole,
irreductible, inviolable, inquebrantable,
combatirá la desidia sincrónica a cada diástole.
Las verdaderas historias de amor , siempre quedan
inconclusas,
así permaneceran perpetuas, bajo la piel,
muy cerca del alma, atadas a los tendones del corazón,
insomnes.
Un recuerdo no muere, ni mata,
pero siempre está presente.
Sólo quien recuerda opta:
Subsistir llorando lo perdido
o por lo vivido estar eternamente radiante.
Uzir Brenera.
lunes, 12 de octubre de 2009
Miserias...
Simplemente que te evoque el recuerdo
hace que el sentimiento claudique ante la razón,
unos segundos adheridos a tu mente
sostiene el guión de mi espacio,
unas gotas de ofrenda
prevee el privilegio que ocupas.
Hilvano sobras, presiento que existo
en la fatuidad inspiro conceptos
merodeas frente a tributos consumidos.
Así, hallo mi soborno personal,
mi credo, acicalando miserias...
Alalba
jueves, 8 de octubre de 2009
Quizás...
La desnudez de su alma persevera
quizás...la tuya lo perciba.
El viraje en proyecto, renueva lo inocuo,
quizás...sea nocivo el designio.
Su sinfonia arpada late pausadamente,
quizás...discorde suene tu arpegio.
Perceptible la barrera que forjastes,
quizás...las quimeras encallen tu apatia.
Sus vestigios traspasaran a tientas,
quizás...atizaran los desquicios tu contienda.
Quiere creer en lo erudíto,
quizás...sea desertor de nuevo y
los tributos a pagar sean túmulos ante el amor...
Ves, el camino recorrido solo nos ocupa frente a frente.
Alalba
martes, 6 de octubre de 2009
Saquenme...
No...Esta vez,
no quiero vestir de decencia mi piel.
Deseo rasgaduras que insoliten mi tacto.
Ser imán impúdico a tus manos,
esas atadas con pábilo a tu presagio.
Inviérteme, sácame sentido.
Restrega mi pudor enfebrecido.
Injértame en tu piel.
Hibrídame en tu estambre.
Hazme titilar hasta desfallecer y
culminame aferrada a tu ausencia...
...Saquenme de este deleznable sueño!!!...
Alalba
sábado, 3 de octubre de 2009
Delante del espejo...
La observó sigilosa:
Inherente tributo sorteó
mitigó la acepción de la lluvia
aniquiló los retazos añejos
calculó extenso el reloj que la motivó.
La observó retante:
Acicaló su melena
hizo de su encanto un antojo
pinto su sonrisa de tiza,
hilvano retales guareciendo sus tatuajes.
Inusitada observó al fondo,
una percepción masculina , ilusa...
Ella inocua, excepta de lo que acontecia,
desertora de sueños, subsanando el acecho,
se alzó, lasciva lanzó un guiño hacia el espejo...
Allí quedé yo , exhausta ante la abúlica imagen.
Ella se habia marchado...
Yo, su conciencia, nada le importé.
Alalba
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